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Suculenta Variedad

Suculenta Variedad

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Las suculentas son plantas fascinantes que se caracterizan por su capacidad para almacenar agua en sus hojas, lo que les permite sobrevivir en condiciones de sequedad. Existen numerosas variedades de suculentas, cada una con sus características y formas únicas. Son muy apreciadas por su bajo mantenimiento y su capacidad de adaptarse a diversos ambientes, lo que las convierte en una opción ideal tanto para principiantes como para jardineros experimentados.

Características:

  • Nombre común: Suculentas (diferentes variedades: Echeveria, Aloe, Sedum, Crassula, etc.)
  • Altura total: Varía según la especie, pero la mayoría de las suculentas alcanzan entre 10 cm y 30 cm de altura, aunque algunas especies pueden crecer más.
  • Tipo de planta: Perenne, suculenta, de crecimiento lento a moderado.
  • Hojas: Las hojas son gruesas, carnosas y almacenan agua, lo que les da una apariencia jugosa y resistente. El color y la forma de las hojas varían según la variedad, pero suelen ser de colores vibrantes como verde, rojo, azul o morado. Algunas tienen bordes o manchas de color en tonos rosados, morados o amarillos.

Cuidados y Mantenimiento:

Iluminación: Las suculentas necesitan luz brillante e indirecta para crecer de manera óptima. A algunas variedades les gusta el sol directo, pero muchas prefieren estar en un lugar donde reciban luz filtrada o indirecta. Evita la luz solar directa en las horas más intensas del día, ya que puede quemar las hojas.

Riego: Las suculentas son muy resistentes a la sequía, por lo que no necesitan riegos frecuentes. Riega solo cuando el sustrato esté completamente seco. Durante el invierno, reduce aún más la frecuencia de riego. Asegúrate de que el sustrato tenga buen drenaje y de no dejar agua estancada en el platillo de la maceta, ya que esto puede provocar pudrición de las raíces.

Temperatura: Prefieren temperaturas cálidas entre 18-24°C. Aunque pueden tolerar temperaturas más altas, es importante evitar que se expongan a heladas o a temperaturas inferiores a 10°C.

Humedad: Las suculentas no requieren ambientes húmedos, y de hecho, prefieren ambientes secos. Asegúrate de que el aire no sea demasiado húmedo, ya que esto podría afectar su salud.

Trasplante: Las suculentas crecen lentamente, por lo que trasplantarlas cada 2-3 años suele ser suficiente. Utiliza una maceta con buen drenaje y un sustrato bien aireado, como una mezcla para cactus o suculentas.

Fertilización: Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), puedes fertilizar las suculentas con un fertilizante diluido específico para suculentas cada 4-6 semanas. En otoño e invierno, no es necesario fertilizar, ya que las plantas están en reposo.

Consejos adicionales:

Evitar el exceso de agua: El error más común con las suculentas es regarlas en exceso. Asegúrate de que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar.

Maceta con drenaje: Utiliza una maceta con orificios de drenaje para evitar que el agua se acumule en el fondo y favorezca la pudrición de las raíces.

Plagas: Aunque las suculentas son generalmente resistentes a plagas, pueden verse afectadas por ácaros o cochinillas. Revisa regularmente las hojas y las raíces para detectar cualquier signo de infestación.

Toxicidad: Generalmente no son tóxicas para humanos o mascotas, pero es importante verificar la especie específica en caso de que haya alguna variedad particular que sí lo sea.

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