Calas

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Las Calas son plantas elegantes y sofisticadas, conocidas por sus flores en forma de espádice, rodeadas de una bráctea que forma una especie de "copa" en una amplia gama de colores, como blanco, amarillo, rosa, rojo, entre otros. Estas plantas son perfectas para quienes buscan una opción decorativa tanto en interiores como en exteriores, y aportan un toque de frescura y distinción a cualquier espacio. Son especialmente populares por su belleza, simplicidad y facilidad de cuidado.

Características:

• Nombre común: Calas, Zantedeschia
• Altura total: Dependiendo de la variedad, las Calas pueden alcanzar entre 30 cm y 1 metro de altura.
• Tipo de planta: Perenne, herbácea, ideal para interiores o jardines exteriores.
• Flores: Sus flores son conocidas por su forma elegante, con una espádice (estructura central) rodeada de una bráctea en forma de "copa" o espata. Los colores varían entre blanco, amarillo, naranja, rosa, rojo y morado. Las flores de las calas pueden durar varias semanas y son perfectas para realzar cualquier ambiente.

Cuidados y Mantenimiento:

Iluminación: Las Calas requieren luz brillante e indirecta para florecer adecuadamente. Si se cultivan en interiores, colócalas cerca de una ventana que reciba luz filtrada. Si las tienes en el exterior, asegúrate de que estén protegidas del sol directo durante las horas más intensas del día, ya que la luz directa del sol puede quemar sus hojas. Prefieren ambientes luminosos pero no con exposición directa al sol.

Riego: Las Calas necesitan un riego constante y regular. Mantén el sustrato ligeramente húmedo, pero no encharcado. Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), riega una vez a la semana o cuando la capa superior del sustrato esté seca. En invierno, reduce la frecuencia de riego, ya que la planta entra en su fase de descanso. Asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento y la pudrición de las raíces.

Temperatura: Las Calas prefieren temperaturas cálidas, entre 18-24°C. No toleran el frío y no deben exponerse a temperaturas inferiores a los 10°C. Si las tienes en el exterior, asegúrate de que estén protegidas de heladas y temperaturas frías. En interiores, colócala en un lugar cálido y protegido de corrientes de aire frío.

Humedad: Las Calas prefieren un nivel de humedad moderado a alto, por lo que es recomendable mantenerlas en ambientes relativamente húmedos. Si el aire de tu hogar es muy seco, puedes aumentar la humedad alrededor de la planta utilizando un humidificador o colocando la maceta sobre una bandeja con piedras y agua (sin que el agua toque el fondo de la maceta). También puedes rociar las hojas con agua de vez en cuando.

Transplante: Las Calas pueden necesitar ser trasplantadas cada 1-2 años, especialmente si crecen rápidamente o si la maceta se vuelve demasiado pequeña. Elige una maceta ligeramente más grande y utiliza un sustrato bien aireado y drenante, adecuado para plantas de jardín o flores de interior. Es importante que la maceta tenga buenos agujeros de drenaje.

Fertilización: Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), fertiliza las Calas cada 4-6 semanas con un fertilizante líquido equilibrado o específico para plantas de floración. Durante el otoño e invierno, puedes reducir la fertilización, ya que la planta entra en su fase de descanso.

Consejos adicionales:

Las Calas son sensibles al exceso de agua, por lo que es importante no regarlas en exceso. Asegúrate de que el sustrato se seque ligeramente entre riegos para evitar la pudrición de las raíces.

Si las Calas se cultivan en macetas, puede ser útil rotarlas ocasionalmente para asegurarse de que crezcan de manera uniforme y para evitar que se inclinen hacia la fuente de luz.

Las Calas pueden ser sensibles a algunas plagas, como ácaros o cochinillas, por lo que es recomendable revisar regularmente las hojas y los tallos en busca de señales de infestación.

Con sus hermosas flores y su fácil cuidado, las Calas son una excelente opción para quienes buscan una planta decorativa y elegante para el hogar o jardín. Su capacidad para prosperar en ambientes luminosos y su resistencia a condiciones moderadas las hacen ideales tanto para principiantes como para jardineros experimentados.